Defender la ciencia novedosa

Al reflexionar sobre los recientes debates acerca de la salud mental y el impacto de la pandemia de COVID-19, una característica que me llama la atención es la palabra "aislamiento". Para la mayoría de nosotros es una situación nueva y desafiante. Sin embargo, para las personas que viven con problemas de salud mental, esta sensación de aislamiento no es necesariamente nueva y, en todo caso, se ha hecho aún más difícil como resultado de las restricciones de la vida cotidiana y el distanciamiento social.

Como responsable de Medicamentos para Retinopatías del SNC y Áreas Emergentes, mi equipo y yo estamos estudiando cómo podemos aliviar mejor algunos de los aspectos cotidianos de los trastornos cerebrales. Para ello, buscamos formas de abordar las causas fundamentales del problema. Buscamos activamente cómo dirigirnos a los circuitos cerebrales que se relacionan directamente con estos problemas y exploramos soluciones farmacológicas en nuestros estudios.

Nuestra cartera de compuestos para el SNC se está ampliando en una serie de enfermedades neuropsiquiátricas como la esquizofrenia, el trastorno depresivo mayor (TDM) y, más recientemente, la investigación en fase inicial del trastorno límite de la personalidad. Para complementar el programa de investigación del SNC, Boehringer Ingelheim está aprovechando las oportunidades que ofrecen los avances tecnológicos digitales y los está incorporando, por ejemplo, como parte del diseño de nuestros ensayos clínicos. Creo que estos avances positivos en el campo de la telemedicina no sólo son relevantes para los tiempos actuales, sino que están aquí para quedarse. 

La necesidad de nuevos enfoques y terapias médicas en el trastorno límite de la personalidad

Aplicando nuestro enfoque neurobiológico a la investigación del SNC con los avances digitales, el equipo está investigando nuevos aspectos de las enfermedades para identificar formas de tratar y apoyar a las personas que viven con trastornos neuropsiquiátricos. El trastorno límite de la personalidad es uno de los más comunes y las personas que lo padecen se enfrentan cada día a muchos obstáculos, que a menudo se traducen en un mal funcionamiento social, aislamiento social y desempleo o bajas por enfermedad de larga duración. También tienen altas tasas de autolesiones deliberadas y una tasa de suicidios consumados que es significativamente mayor que en la población general. Este no es un problema menor y, lamentablemente, es demasiado común. Como médicos, nuestras opciones actuales de tratamiento se limitan a ayudar con síntomas coincidentes como la depresión o la ansiedad o a ofrecer psicoterapia (a la que no siempre es fácil acceder). Pero hasta la fecha no hay ningún tratamiento aprobado específicamente para el trastorno límite de la personalidad.